Nota de la Redacción: Este artículo se basa en una entrevista con Stéphane PaquetDirectora del Proyecto de Inteligencia Artificial del Champlain College Saint-Lambert y Coordinadora del Certificado de Inteligencia Artificial. Las respuestas se han resumido en aras de la claridad y la brevedad y no son reproducciones palabra por palabra de la conversación original. Las ideas reflejan la perspectiva del orador en el momento de la entrevista.

Pregunta:
A medida que evoluciona la inteligencia artificial, nos alejamos de la codificación tradicional para acercarnos a interacciones más naturales y dialogantes, en las que las personas hablan con las máquinas en un lenguaje sencillo.
En su opinión, ¿cómo ve la evolución del papel de la interfaz en la educación?
¿Interactuarán los estudiantes con la IA mediante comandos de voz, RA/VR o sensores inteligentes? Y qué tipo de relación establecerán con la IA en estos nuevos entornos?
Contesta:
Empecemos por lo que ya vemos: Cuando los estudiantes utilizan herramientas como ChatGPT, Géminis o Claude, lo hacen a través de una interfaz de chat.
Y esa decisión de enmarcar la interacción como un "chat" tiene profundas consecuencias. Crea la ilusión de que estás hablando con una persona real.
Alguien con:
- Reflexiones
- Opiniones
- Experiencia
Pero eso no es lo que ocurre en realidad.
La IA no piensa como nosotros.
La IA no tiene criterio propio. Te refleja. Intenta complacerte.
Ejemplo:
Pídele que encuentre 30 problemas en tu redacción. Lo hará. Incluso si sólo hay 5.
Un humano podría contraatacar:
"¿Hablas en serio? Esa redacción es genial... quizá 5 pequeños problemas".
La IA no dirá eso. Simplemente sigue tus instrucciones.
Por qué la interfaz puede inducir a error.
La interfaz de chat hace que la IA parezca un experto de confianza, alguien que "lo sabe todo".
Pero aquí está el peligro:
- Habla con confianza, incluso cuando se equivoca
- Rara vez admite un "no lo sé".
- Da explicaciones plausibles, no verdaderas.
Cuando preguntes:
"¿Por qué has dado esa respuesta?"
No sigue una lógica real. Sólo genera otra frase probable. Eso no es razonar, es simular.
Educar para el pensamiento crítico (no sólo para el uso de herramientas)
Por eso tenemos que enseñar a los estudiantes cómo funciona la IA.
Cuanto más reales y humanas se vuelven estas interfaces -chat, voz, RA/VR-, más probabilidades hay de que los estudiantes confíen en ellas.
Debemos enseñar:
- Cómo influyen en la IA tus propias indicaciones
- Que no "piensa" ni "entiende", sino que calcula patrones.
- Que su identidad no es fija ni fiable
Los alumnos deben ver lo que hay detrás de la interfaz, o confundirán la simulación con el conocimiento.
A medida que la IA se implanta, la concienciación debe profundizar
En el futuro, los estudiantes podrán interactuar con la IA a través de:
- Comandos de voz
- Entornos AR/VR
- Sensores inteligentes
- Herramientas de adaptación en tiempo real
A medida que esto ocurra, la ilusión de un "asistente inteligente" puede hacerse más fuerte.
Pero el verdadero reto no será la tecnología en sí, sino asegurarse de que los estudiantes mantienen una conciencia crítica sobre cómo funcionan estas herramientas, dónde fallan y cómo utilizarlas de forma responsable.
Sobre el experto: Stéphane Paquet es un experimentado educador y consultor de IA con más de 20 años de experiencia docente. Actualmente dirige el proyecto de IA del Champlain College Saint-Lambert y se dedica a ayudar a profesores y estudiantes a integrar herramientas de IA generativa en la educación. Sus áreas de especialización incluyen el aprendizaje electrónico, el diseño de medios educativos y el desarrollo de estrategias pedagógicas innovadoras.

Deja un comentario